
La satisfacción sexual no es solo una cuestión de placer. También refleja la calidad de nuestras relaciones y nuestro bienestar general. Además, se trata de un derecho recogido por organismos internacionales. Sin embargo, cuando hablamos de orientaciones sexuales e identidades de género diversas, la satisfacción sexual se entrecruza con realidades sociales y culturales que pueden afectarla de forma significativa. A pesar de su relevancia, la investigación sobre satisfacción sexual en personas y parejas LGBTIQA+ ha sido históricamente escasa, fragmentaria y centrada en determinados grupos. Pero, ¿qué sabemos realmente hasta ahora sobre este tema?
Para responder a esta pregunta, los investigadores Pablo Mangas y Juan Carlos Sierra, del CIMCYC de la Universidad de Granada, han llevado a cabo un estudio publicado recientemente en Sexual Medicine Reviews, en el que analizan el panorama científico a través de un análisis bibliométrico. Este tipo de análisis permite identificar patrones en la literatura científica, detectar vacíos en el conocimiento y señalar qué temas han recibido más (o menos) atención. En concreto, revisaron 333 estudios publicados entre 1976 y 2023 que abordan la satisfacción sexual en personas y parejas pertenecientes a las diversidades sexo-genéricas.
Los resultados muestran un crecimiento sostenido de la producción, especialmente en la última década, aunque con importantes limitaciones. La mayoría de los estudios se han realizado en contextos occidentales, principalmente en Norteamérica y Europa, lo que limita la comprensión global del fenómeno. Además, la atención se ha centrado especialmente en hombres gais, o a lo sumo mujeres lesbianas o personas bisexuales, prácticamente invisibilizando a otros colectivos (personas asexuales, intersexuales, etc.).
Entre otros hallazgos relevantes, destacan la prominencia de términos como “VIH” (tradicionalmente focalizado en población de hombres que tienen sexo con hombres), “satisfacción relacional” (una de las dimensiones más estrechamente relacionadas con la satisfacción sexual), así como términos en tendencia, como “salud sexual”, y el evidente desuso de otros como “homosexualidad”, actualmente desactualizado. Aunque existen diversos equipos de investigación interesados en el tema, parece haber escasas redes de colaboración entre ellos, lo que compromete la interdisciplinariedad y la perspectiva transcultural en la comprensión del fenómeno.
A partir de estos hallazgos, los autores proponen una serie de directrices para orientar la investigación futura. Por un lado, subrayan la importancia de incorporar una mirada interseccional que tenga en cuenta cómo se entrelazan diversos factores en la satisfacción sexual. También apuestan por ampliar la investigación a contextos infrarrepresentados o hacia colectivos en los que apenas existe evidencia. Se destaca la importancia de adoptar un enfoque basado en la resiliencia, alejado de aproximaciones que patologicen a ciertos colectivos o determinadas conductas, fomentar la colaboración internacional, fortalecer la investigación aplicada, así como diversificar las metodologías utilizadas, incluyendo enfoques longitudinales o cualitativos.
Este trabajo no solo ofrece una fotografía precisa del estado actual de la investigación sobre satisfacción sexual en personas LGBTIQA+, sino que también actúa como hoja de ruta para avanzar hacia una ciencia más inclusiva, crítica y conectada con las realidades diversas. Porque garantizar el derecho al placer y al bienestar sexual es también una forma de justicia social.
Referencia
Mangas, P. y Sierra, J. C. (2025). Sexual satisfaction in people and couples belonging to sexual orientation and gender diversities: a bibliometric analysis. Sexual Medicine Reviews, qeaf019. https://doi.org/10.1093/sxmrev/qeaf019
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Pablo Mangas - pablomangas@ugr.es