10 sencillas reglas para fomentar laboratorios de investigación saludables

Vie, 01/04/2022 - 11:22
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01/04/2022
10 sencillas reglas para fomentar laboratorios de investigación saludables

10 sencillas reglas para fomentar laboratorios de investigación saludables

El CIMCYC está llevando a cabo una serie de actuaciones para mejorar el ambiente de trabajo en el centro. Dentro de estas, Isabel Peralta, que colabora desde la Clínica de Psicología con Humbelina Robles y Juan Manuel Quesada en actividades para mejorar el bienestar de los doctorandos, ha compartido información de utilidad para todo el personal investigador del CIMCYC.

El artículo titulado ‘Ten simple rules towards healthier research labs’ fue publicado en 2019 en la revista PLOS Computational Biology por Fernando Maestre, Doctor en Biología por la Universidad de Alicante (UA) y director del Laboratorio de Zonas Áridas y Cambio Global. En él pone de manifiesto los efectos negativos que conlleva un clima de competitividad extrema en el ámbito académico y presenta 10 simples reglas para afrontarlos y hacer que este entorno sea enriquecedor, colaborativo y centrado en las personas:

Regla número 1: Promover el bienestar del personal del laboratorio.

Que se trabaja más eficientemente cuando te encuentras feliz es algo ampliamente estudiado y respaldado. Son varias las medidas que se pueden adoptar en este sentido en nuestros laboratorios: ponerse en la situación de los demás; ser amable; prohibir todas las formas de acoso y discriminación; ser sensible a la hora de tratar con situaciones personales, familiares y de salud comprometidas, y escuchar atentamente cualquier asunto que pueda mejorar el bienestar del grupo.

Regla número 2: Dejar a las personas administrar su horario laboral.

No se debería controlar estrictamente los horarios de los miembros del laboratorio, siendo flexibles con sus preferencias de trabajo. A veces, es más efectivo quedarse en casa a la hora de analizar datos y redactar artículos o para conciliar obligaciones laborales y familiares. Los laboratorios pueden facilitar estas opciones, considerando el resultado del trabajo de los científicos y no el tiempo que pasan en su lugar de trabajo. Ofrecer flexibilidad para establecer los propios horarios no elimina la obligación de las/os directoras/es de supervisar adecuadamente, manteniendo reuniones periódicas con el personal para verificar el progreso del trabajo.

Regla número 3: La gratitud es señal de un alma noble.

Es esencial mostrar agradecimiento a los miembros del laboratorio porque su trabajo, desde la contabilidad realizada por asistentes administrativos hasta la recopilación de datos por parte de técnicos o la redacción de manuscritos por parte de estudiantes, es crucial para garantizar el buen funcionamiento del grupo. Las/los directoras/es pueden mostrar a los miembros del laboratorio lo importante que es su trabajo al proporcionar comentarios rápidos a sus solicitudes, preguntas y borradores de manuscritos.

Regla número 4: Tratar al personal como compañeras/os de equipo.

No es extraño encontrar laboratorios con jerarquías verticales claramente establecidas. Esta estructuración puede promover relaciones tóxicas y limita la capacidad del personal para pensar de forma crítica. Por supuesto, las/os directoras/es deben guiar las prioridades de investigación y tener la última palabra en múltiples asuntos. Sin embargo, tratar a las personas como meras ejecutoras de órdenes en lugar de compañeras/os que tienen una opinión informada es una gran oportunidad perdida. Se debe escuchar y tomar muy en serio la opinión y los consejos de técnicas/os y estudiantes y discutir a menudo con ellas/os ideas para proyectos y documentos, procedimientos de laboratorio y problemas cotidianos que afectan a su trabajo y bienestar.

Regla número 5: Crear un ambiente colaborativo.

Las colaboraciones dentro del laboratorio se pueden fomentar estableciendo proyectos comunes, reuniones y discusiones que involucren a todo el grupo, proporcionando tiempo y recursos para desarrollar proyectos paralelos y/o ideas que surjan de ellos, realizando reuniones periódicas fuera del laboratorio y facilitando interacciones entre estudiantes. Establecer prioridades e identificar las necesidades con anticipación, saber organizar el trabajo del grupo y ser amables en la forma en que pedimos ayuda cuando es necesario también contribuyen a establecer colaboraciones efectivas.

Regla número 6: Recordar que cada persona del laboratorio es única.

Un aspecto clave que debe seguir un/a director/a es no comparar a las personas entre sí o con nosotras/os mismas/os cuando éramos estudiantes. La comparación puede aumentar los niveles de estrés y/ansiedad, reduciendo el rendimiento y bienestar. Cada persona es diferente y un/a director/a nunca debe olvidar que su papel de mentoría es fomentar las capacidades de todas/os y ayudarles a alcanzar su potencial y ambiciones profesionales.

Regla número 7: Respetar las horas de trabajo y vacaciones.

Las reglas de trabajo comúnmente vigentes en los laboratorios de todo el mundo a menudo se traducen en que las/os académicas/os trabajan todo el día, los fines de semana e incluso durante las vacaciones. El estrés asociado con este trabajo excesivo es una de las principales razones del aumento de los problemas mentales en el mundo académico, particularmente entre investigadoras/es principiantes y los jóvenes directores/as. No se debe esperar que los miembros del laboratorio trabajen más allá del horario normal, ni durante los fines de semana o días festivos. Todas/os enfrentamos momentos en los que debemos trabajar duro, pero esta debería ser la excepción y no la regla.

Regla número 8: Dar crédito a quien lo merece.

Todos hemos experimentado u oído hablar de directores/as que dictan la inclusión de personas o el orden de autoría, o que insisten en ser autores de todos los artículos del laboratorio, independientemente de su contribución. Esta práctica solo beneficia a quienes están en el poder, desincentiva las colaboraciones efectivas, merma la productividad y la creatividad y fomenta frustración y desconfianza entre los que no son directores/as. Hay varias formas de otorgar crédito de forma adecuada, incluyendo la participación de técnicos en publicaciones cuando han contribuido a ellas, dejando los puestos "senior" (última autoría) a postdoctorales cuando tuvieron la idea del estudio y no son los primeros autores, declinando la autoría en artículos en los que no se participa y reconociendo en charlas con colegas, seminarios y reuniones científicas la autoría intelectual de publicaciones o ideas provenientes de los miembros del laboratorio.

Regla número 9: Desestigmatizar el fracaso y celebrar el éxito.

Las iniciativas para normalizar el fracaso incluyen la construcción de "un CV de fracasos", hablar abiertamente y compartir experiencias sobre el fracaso, y discutir con los miembros del laboratorio las razones potenciales de un rechazo particular y cómo evitarlo la próxima vez. Mostrar al personal del laboratorio que el rechazo es la regla, en lugar de la excepción, les ayudará a navegar por las aguas turbulentas de la investigación, a reducir la prevalencia del "síndrome del impostor" y a aumentar la confianza en sí mismas/os. Por otro lado, debido a que los éxitos no son tan comunes, estos deben celebrarse adecuadamente cuando suceden.

Regla número 10: Promover el desarrollo profesional del personal del laboratorio.

Informarse y discutir abiertamente los pros y contras de todas las posibles opciones de carrera puede fomentar el desarrollo del personal. Las/os directores/as también deben permitir tiempo y recursos disponibles para que los miembros del laboratorio que deseen continuar con una carrera científica se formen en aspectos críticos como el diseño experimental, los análisis estadísticos y la redacción científica. Además, se debe permitir a las/os estudiantes supervisar trabajos fin de grado y de másterpor su cuenta o co-supervisión, y ofrecer a los postdoctoradas/os la posibilidad de co-supervisar a nuevas/os estudiantes de doctorado. Al hacerlo, adquieren experiencia clave sobre cómo supervisar el trabajo de estudiantes, una tarea fundamental en el mundo académico.

 

La lectura completa se puede encontrar en:

Maestre, F. T. (2019). Ten simple rules towards healthier research labs. PLOS Computational Biology, 15(4), e1006914.

Lecturas relacionadas:

Instrucciones para ser feliz en el laboratorio: https://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/instrucciones-para-ser-feliz-en-el-laboratorio-361557833084

How a lab happiness programme is helping me through the COVID-19 crisis: https://www.nature.com/articles/d41586-020-01686-x