
Autoeficacia y bienestar en profesionales que trabajan en violencia de género
La violencia de género tiene un impacto negativo en las/os profesionales que trabajan en este área de la intervención social, estando sometidos a un estrés emocional constante y mantenido en el tiempo, lo que puede derivaren un estado de tensión emocional que incrementa el riesgo de padecer un desgaste profesional o burnout, afectando a la calidad de la atención ofrecida a las víctimas que acuden a sus servicios.