La desigualdad económica que nos rodea empeora nuestra calidad de vida. Esto se debe en parte a la ansiedad por el estatus: una tendencia de las personas de cualquier extracción social que viven en sociedades más desiguales a preocuparse constantemente por el estatus socioeconómico, porque perciben que están compitiendo para alcanzar o mantener una posición social que les permita evitar que las demás personas las miren por encima del hombro.
Sin embargo, la relación entre la desigualdad económica y la ansiedad por el estatus no es directa. Investigadoras del Laboratorio de Psicología Social de la Desigualdad (http://wwwlocal.ugr.es/~psidesigualdad/) dentro del grupo de Psicología de los problemas sociales (HUM-289), han demostrado que cuando las personas perciben mayor desigualdad económica en su entorno social, modifican sus expectativas de poder aumentar o disminuir su estatus socioeconómico, dando lugar a efectos contrapuestos sobre la ansiedad por el estatus. Más concretamente, cuando las personas perciben mayor desigualdad en su entorno, también perciben tener menos posibilidades de alcanzar un alto estatus socioeconómico. Esto, a su vez, aumenta la ansiedad por el estatus. Sin embargo, al mismo tiempo, al percibir mayor desigualdad en su entorno, también creen que será menos probable que pierdan su estatus socioeconómico actual, lo que disminuye la ansiedad por el estatus. Finalmente, estos dos efectos contrapuestos se anulan mutuamente, y podrían explicar por qué en investigaciones previas no se ha obtenido evidencia causal de un efecto de la desigualdad económica sobre la ansiedad por el estatus.
Para obtener estos resultados, las investigadoras llevaron a cabo dos estudios experimentales con más de mil participantes de la Universidad de Granada. Las estudiantes realizaban una serie de tareas en las que recibían información ficticia acerca de la distribución de ingresos entre las egresadas de la Universidad de Granada, y debían imaginar las diferencias en el estilo de vida de quienes ganarían más y menos dinero.
Esta investigación pone de relieve que los efectos de la desigualdad económica dependen de cómo esta es percibida. La percepción de una menor movilidad descendente podría proteger contra una mayor ansiedad por el estatus, pero también podría contribuir a una percepción fatalista de la sociedad y del lugar que ocupamos en ella, frenando así la motivación para intentar mejorar nuestro entorno social.
Referencia completa:
Melita, D., Rodríguez-Bailón, R., & Willis, G. B. (2023). Does income inequality increase status anxiety? Not directly, the role of perceived upward and downward mobility. The British journal of social psychology, 62(3), 1453–1468. https://doi.org/10.1111/bjso.12641
Investigadora/es de contacto:
Davide Melita (dmelita@ugr.es)
Rosa Rodríguez-Bailón (rrbailon@ugr.es)
Guillermo B. Willis (gwillis@ugr.es)