
El trastorno de estrés postraumático complejo (TEPTC) es un diagnóstico, definido por la Organización Mundial de la Salud, que se diferencia del trastorno de estrés postraumático (TEPT) clásico. El TEPTC se trata de un conjunto de síntomas (reexperimentación, evitación, sensación actual de amenaza, desregulación afectiva, autoconcepto negativo y alteraciones en las relaciones sociales) que puede aparecer tras la experiencia de eventos traumáticos sobre todo de carácter interpersonal, crónico y de difícil escape. Tiene un alto impacto en distintos ámbitos de la vida cotidiana de las personas que lo sufren. En relación a ello, un estudio llevado a cabo por investigadores/as del CIMCYC, pionero a nivel mundial, observó una alarmante prevalencia de TEPTC en la población de mujeres supervivientes de violencia de género.
En términos de factores de riesgo, la gravedad de la violencia puede facilitar la aparición de este trastorno o aumentar la gravedad de los síntomas de TEPTC. Por el contrario, la resiliencia, entendida como la capacidad de un individuo para adaptarse o cambiar con éxito ante la adversidad o el trauma, se trata de un factor protector contra los trastornos mentales y mitiga el riesgo contra el estrés traumático.
Además, se ha encontrado que los bajos niveles de resiliencia están relacionados con la presencia de tres de los seis síntomas de TEPTC (desregulación afectiva, autoconcepto negativo y alteraciones en las relaciones), en el caso de las mujeres supervivientes de violencia de género. Al mismo tiempo, diversos estudios han encontrado que la exposición crónica a la violencia o la exposición a la violencia severa puede erosionar la resiliencia.
Por tanto, si bien se ha demostrado que la violencia interpersonal se asocia negativamente con la resiliencia, y a su vez, la resiliencia se relaciona de manera inversa con la gravedad de los síntomas de TEPTC, las relaciones entre estas variables aún no se han estudiado de manera simultánea. Por lo tanto, el presente estudio llevado a cabo en conjunto por investigadores/as de cuatro países y expertos/as en trastorno de estrés post traumático y violencia de género, intenta llenar este vacío de investigación explorando el posible papel mediador de la resiliencia entre la gravedad de la violencia de género experimentada y la gravedad de los síntomas de TEPTC posteriores en mujeres supervivientes de violencia de género.
Para llevar a cabo nuestro estudio, contamos con la participación de 202 mujeres supervivientes de violencia de género procedentes de 30 localidades de seis regiones diferentes de España.
Nuestros resultados demostraron que la gravedad de la violencia de género sea física, sexual o violencia psicológica, conjunta o aislada, puede provocar síntomas de TEPTC en mujeres supervivientes. A su vez, los niveles más bajos de resiliencia se asociarían con niveles más altos de síntomas de este trastorno. En cuanto al papel de la resiliencia, obtuvimos que la resiliencia no media la relación entre la gravedad de la violencia y la gravedad del TEPTC. Por tanto, no tendría un papel mediador, sino un papel protector directo ante el desarrollo de los posteriores síntomas de TEPTC. Por consiguiente, consideramos que futuros estudios deberían explorar otras variables mediadoras o moderadoras en la relación entre la gravedad de la violencia de género y la resiliencia, e investigar el papel de los tratamientos centrados en la resiliencia con el objetivo de mitigar la severidad de los síntomas TEPTC tan prevalentes en esta población.
Referencia
Fernández-Fillol, C., Hidalgo-Ruzzante, N., Perez-Garcia, M., Hyland, P., Shevlin, M., & Karatzias, T. (2024). The role of resilience in the relationship between intimate partner violence severity and ICD-11 CPTSD severity. European Journal of Psychotraumatology, 15(1), 2285671. https://doi.org/10.1080/20008066.2023.2285671