La justicia distributiva, cómo deberían repartirse los recursos finitos en una sociedad, es un tema central en nuestros sistemas políticos. La gente puede tener preferencias distintas sobre cómo este reparto debería hacerse y qué principio debería guiarlo. Principalmente, se puede pensar que debe hacerse en función de la necesidad de las personas, de forma que se dirijan los recursos a quienes más lo necesitan. Otra opción es pensar que deberían distribuirse de forma igualitaria, es decir, todo el mundo debería recibir lo mismo. También se puede pensar que lo fundamental es la equidad, o que estos recursos se repartan de forma que quienes más contribuyen, reciban más.
Orientaciones de justicia social y su impacto en la percepción de la pobreza
Joaquín Alcañiz Colomer, Inmaculada Valor Segura y Miguel Moya, del Laboratorio de consecuencias psicosociales de la clase social, del Grupo de Investigación Psicología de los Problemas Sociales (HUM-289), han publicado recientemente un artículo con tres estudios que analizaron cómo las preferencias por estos principios de justicia influyen en el razonamiento causal que se hace sobre la pobreza y el apoyo a las políticas de protección social dirigidas a grupos en esta situación.
Cuando hablamos de razonamiento causal sobre la pobreza, nos referimos a qué factores responsabilizamos cuando pensamos sobre la pobreza y de qué forma lo hacemos. Por ejemplo, podemos pensar que las personas en esta situación se encuentran en ella por su falta de esfuerzo, lo que sería una causa individualista, o que lo están por los bajos salarios en general, lo que sería una causa estructural.
¿Qué conexión hay entre justicia, causas de la pobreza y apoyo al Estado de bienestar?
En estos tres estudios, se muestra de forma consistente que cuando la gente se adhiere o prefiere los principios de necesidad o igualdad, atribuyen menos responsabilidad individual sobre su situación a las personas en pobreza. A su vez, esto lleva a una mejor actitud hacia las políticas de protección social. Por el contrario, cuanto más se apoya el principio de equidad, se resaltan las causas individuales a la hora de explicar la situación de pobreza, lo que provoca un menor apoyo a estas políticas. Estos hallazgos se encuentran tanto en España como en datos de 29 países europeos.
Estos resultados son importantes para avanzar nuestro conocimiento teórico sobre las percepciones y reacciones ante la pobreza. Además, proponen un nuevo marco conceptual para entender la relación entre los principios distributivos normativos (lo que las personas consideran que debería ser), el razonamiento causal y las consecuencias en términos de actitudes de los primeros.
Esto es algo particularmente relevante teniendo en cuenta que, hasta cierto punto, el hecho de que se lleven a cabo o no políticas sociales para proteger a las personas más vulnerables, depende de que la ciudadanía potencialmente apoye estas medidas. Por otro lado, estas políticas de protección social, si bien, por lo general, insuficientes, son el recurso de último resorte para que muchas personas puedan acceder a un nivel de vida algo más digno.
Referencia
Alcañiz‐Colomer, J., Valor‐Segura, I., & Moya, M. (2024). Social justice orientations: Exploring their impact on poverty attributions and support for social protection. Political Psychology, 45(3), 559-580. https://doi.org/10.1111/pops.12937
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