El orgasmo es una dimensión esencial de la salud sexual y del bienestar humano. Se trata de un fenómeno que ha sido estudiado tradicionalmente desde una óptica fisiológica, prestando menos atención a la psicológica. Dentro de esta óptica, la mayor parte de la evidencia ha estudiado distintos parámetros auto informados del orgasmo (por ejemplo, su frecuencia o la facilidad para obtenerlo). Una dimensión menos explorada es la experiencia subjetiva del orgasmo (ESO), que se focaliza en la valoración del orgasmo desde un punto de vista psicológico. La mayor parte de la evidencia disponible estudia este componente en personas heterosexuales.
En este sentido, Juan Carlos Sierra, Laura Elvira Muñoz-García y Pablo Mangas, pertenecientes al Laboratorio de Sexualidad Humana de la Universidad de Granada (LabSex UGR), del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) se preguntaron cómo valoran las personas adultas de la comunidad de lesbianas, gays y bisexuales (LGB) sus orgasmos producidos en el contexto de las relaciones sexuales.
Un análisis de la experiencia subjetiva del orgasmo en personas sexualmente diversas
El grupo de investigación, publicó un estudio en The Journal of Sexual Medicine con el objetivo de explorar las dinámicas sexuales en el grupo poblacional LGB. Uno de los instrumentos más consolidados para evaluar la ESO es la Orgasm Rating Scale (ORS), que evalúa la experiencia orgásmica mediante veinticinco adjetivos distribuidos en cuatro factores (afectivo, sensorial, intimidad y recompensa).
Esta escala cuenta con adaptación a población española y con validación en personas sexualmente diversas. Intentaron explorar cómo califican las personas LGB sus orgasmos dentro de un contexto interpersonal. Se contó con un total de 1,475 personas voluntarias de la población española, categorizadas en cuatro grupos basados en orientación sexual, que contaban con experiencias orgásmicas recientes (en los últimos tres meses) en escenarios eróticos compartidos.
Esta investigación permitió identificar patrones y diferencias entre las diferentes orientaciones sexuales. Se encontró que, en términos generales, las mujeres bisexuales y lesbianas indicaron mayor intensidad orgásmica en comparación con los hombres bisexuales y gays. Concretamente, evaluaron los orgasmos obtenidos en las relaciones sexuales como más intensos en relación con las sensaciones físicas, a la intimidad producida y a la gratificación otorgada por los mismos. A pesar de estas claras diferencias a favor del género femenino, a la hora de establecer rankings de los adjetivos que mejor definen los orgasmos en los diferentes grupos, se observó que todos tienden a coincidir en los que mejor y peor describen su experiencia orgásmica.
Este trabajo buscó llenar un vacío, aportando una perspectiva diversa que ayuda a romper estigmas y promueve una mayor comprensión de la sexualidad en contextos relacionales. Además, estos hallazgos cuentan con aplicabilidad clínica en ámbitos como el de la Psicología Afirmativa LGBTIQA+, ya que la escala ORS se ha establecido como una buena herramienta para detectar dificultades orgásmicas en colectivos de diferente orientación sexual.
Este estudio contribuye a desmitificar prejuicios y promover un enfoque más inclusivo de la sexualidad. Reconocer y respetar la pluralidad de vivencias orgásmicas no solo enriquece la ciencia, sino que también fortalece el derecho de todas las personas a disfrutar plenamente de su vida sexual.
Referencia
Sierra, J. C., Muñoz-García, L. E., & Mangas, P. (2024). And how do LGB adults rate their orgasms in a relational context? The Journal of Sexual Medicine, 21(3), 255–261. https://doi.org/10.1093/jsxmed/qdad170