
Probablemente hayas visto titulares anunciando que la desigualdad económica está en aumento y alcanzando niveles extremos. Por ejemplo, el 1% más rico posee ahora más de la mitad de la riqueza mundial, y en España, las mujeres siguen ganando alrededor de un 18% menos que los hombres. Estas cifras reflejan la cara más visible de la desigualdad: las brechas de ingresos y riqueza. Sin embargo, la desigualdad también tiene un coste oculto, difícil de ver, pero profundamente sentido: nos hace menos felices.
¿Por qué vivir en una sociedad desigual afecta a nuestro bienestar?
La desigualdad económica no solo determina cuánto dinero tienen las personas o cómo viven, sino que también moldea cómo pensamos, sentimos y actuamos. Por lo tanto, la desigualdad influye en la manera en que nos relacionamos con las demás personas y con el mundo que nos rodea. Investigaciones han demostrado que la desigualdad económica está asociada con niveles más bajos de felicidad y satisfacción con la vida. Sin embargo, los mecanismos psicológicos que explican y moderan esta asociación aún no han sido suficientemente explorados.
En el Grupo de Investigación Psicología de los Problemas Sociales, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (Universidad de Granada), hemos estado trabajando para comprender mejor cómo y en qué circunstancias la desigualdad económica afecta negativamente al bienestar subjetivo de las personas. Nuestro trabajo sugiere que las percepciones y creencias sobre la desigualdad económica son clave para entender cómo esta desigualdad impacta en nuestro bienestar psicológico.
En un artículo reciente, utilizando datos de una encuesta nacional realizada en España, nuestro equipo ha demostrado que percibir mayores niveles de desigualdad económica aumenta la ansiedad de las personas sobre su posición social y reduce la confianza interpersonal, lo que a su vez conduce a niveles más bajos de bienestar subjetivo.
En otras palabras, percibir desigualdad económica disminuye nuestro bienestar al hacernos sentir más inseguros respecto a nuestro estatus y más temerosos de que otros se aprovechen de nosotros.
Podríamos pensar que los efectos perjudiciales de la desigualdad solo afectan a las personas más desfavorecidas. Sin embargo, esto no es así. Los efectos negativos de la desigualdad alcanzan a todos los niveles socioeconómicos. La desigualdad económica genera condiciones sociales y psicológicas que deterioran nuestro sentido de justicia, cohesión y bienestar.
Este es el otro costo oculto de la desigualdad económica: erosiona el tejido social de nuestra sociedad
Las sociedades desiguales fomentan la competencia en lugar de la cooperación, deterioran las relaciones sociales en lugar de promover un sentido de comunidad y nos dividen justo cuando más necesitamos unirnos para enfrentar los desafíos globales.
Entonces, ¿qué podemos sacar de todo esto? La solución no es cerrar los ojos y dejar de pensar en la desigualdad para sentirnos mejor, sino todo lo contrario. Necesitamos ser más conscientes de la desigualdad y aumentar nuestra sensación de urgencia para actuar contra ella. Además, podemos trabajar sobre los mecanismos psicológicos que nos ayuden a superar los efectos perniciosos de la desigualdad que reducen nuestra felicidad.
Eso implica fortalecer nuestras relaciones personales, participar en espacios públicos con otras personas y reafirmar nuestras identidades como miembros valiosos de las comunidades a las que pertenecemos. Aún queda un largo camino por recorrer en esta dirección, pero reconocer estos efectos ocultos es un primer paso para mitigar el daño de la desigualdad y motivarnos a construir una sociedad más justa.
Este proyecto se llevó a cabo en España y los resultados fueron publicados en Social Indicators Research, una revista científica, de alto impacto en su disciplina, centrada en entender cómo las condiciones sociales afectan la calidad de vida de las personas.
Referencia
García-Sánchez, E., Matamoros-Lima, J., Moreno-Bella, E. et al. Perceived Economic Inequality Is Negatively Associated with Subjective Well-being through Status Anxiety and Social Trust. Soc Indic Res 172, 239–260 (2024). https://doi.org/10.1007/s11205-024-03306-x