
Sobre-exposición y preferencias condicionadas: “Comer sin hambre”
Los animales, en su hábitat natural, deben buscar y seleccionar de manera efectiva aquellos alimentos ricos en nutrientes, pero también evitar aquellos potencialmente tóxicos. Estas preferencias alimentarias, en su mayoría, se adquieren a través de la experiencia directa con los sabores presentes en los alimentos. El desarrollo de preferencias apetitivas se ha estudiado ampliamente a través del paradigma del condicionamiento de preferencias de sabor. En este paradigma se empareja un estímulo sápido inicialmente neutro (e.g., canela) con un sabor ya preferido (e.g., azúcar). Tras este procedimiento se observa un mayor consumo y preferencia por la clave de sabor previamente emparejada. Este fenómeno, juega un papel determinante en la conducta alimentaria.